22 ag. PROVEEDORES DE ARGUMENTOS PARA LA RESIGNACIÓN
El mes de septiembre, la revista EDUCACIÓN SOCIAL publicará el artículo de opinión que copio aquí. En vista de lo que nos va cayendo entre resignaciones celestiales y recortes de prestaciones me he decidido a avanzar la publicación.
Cuando este texto vea la luz, mis nuevos y viejos alumnos que estudian profesiones relacionadas con la intervención socioeducativa estarán comenzando un nuevo curso escolar. Los profesionales sociales en activo se enfrentaran, tras la pausa vacacional, a la compleja tarea de ayudar a las personas en tiempos de crisis, en medio de cambios políticos en las administraciones, en los que es posible que los nuevos electos les orienten hacia direcciones opuestas a las de la sensatez social y profesional. Por otro lado, el complejo movimiento indignado que despegó el 15 M y ocupaba todavía páginas mediáticas en junio, alterando nuestras visiones sociales, estará en otra fase de su contestación, abocado a mantener unidas solidaridades emocionales diversas, contradictorias y, a la vez, hacer alguna mella en “el sistema”, siendo radical sin ser violento. En ese panorama, en parte nuevo, en parte eterno, surgen las preguntas sobre el espacio político de los profesionales sociales: ¿son los profesionales de la intervención socioeducativa simples proveedores de argumentos para la resignación?
El curso pasado, algunos alumnos y alumnas me pidieron más tiempo para entregar los trabajos finales porque andaban de acampados indignados en alguna plaza. Más de un compañero profesor participó en los debates de los espacios públicos. Profesionales en activo vieron como alguna persona a la que atendían recuperaba un cierto grado de autonomía e iniciativa metiéndose en acciones reivindicativas. Desgraciadamente, la mayoría de los que atendían y atienden siguen padeciendo en silencio, aceptando de formas diversas las escasas ayudas para la supervivencia.
Cuando los trabajadores y educadores sociales se convierten cada día más en gestores de prestaciones y tienen el encargo implícito de gestionar con habilidad las molestias que algunos ciudadanos y ciudadanas crean, ¿dónde queda nuestra pretensión de acompañar procesos de cambio, dinamizando la comunidad y estimulando la toma de conciencia de las personas sobre su realidad? ¿Qué hacemos cuando des de la calle se contesta, con argumentos que en buena parte compartimos, las políticas concretas que debemos aplicar? Que no se asuste el lector o lectora, no pretendo llamar a ningún tipo de revolución desde los servicios sociales. Me conformo con renovar el malestar que siempre debe producirnos nuestro trabajo para no olvidar nunca las formas humanas y solidarias de hacerlo.
Sufriendo con las personas que sufren y asumiendo que nuestras sillas profesionales se seguirán moviendo siempre, para no instalarnos en la crisis personal permanente y no pasar fácilmente al bando de los resignados conformistas (que para quedar bien llamamos “quemados”), sugiero que hagamos al menos lo siguiente:
- No dejarnos atrapar por los slogans con los que tienden a hacernos funcionar los que nos mandan. Por ejemplo, los relacionados con “la” familia, los valores “fuertes”, “los de aquí”, el “orden” democrático, etc. Seguir pensando que podemos pensar. No renunciar a observar y analizar continuamente una sociedad compleja y cambiante, que nos obliga continuamente a cambiar.
- Por más dura y complicada que sea la situación de las personas a las que atendemos no ceder a la tentación de considerar que “se lo han buscado”. En las profesiones sociales no caben (salvo para hacer negocio) los que solo hablan de mérito. Nuestras profesiones están hechas para construir oportunidades y hacer que las personas puedan aprovecharlas. Si nos entran dudas, solo hay que hacer el esfuerzo de imaginarnos viviendo desde nuestra llegada al mundo en las condiciones de la persona de la que nos ocupamos (o hacérselo vivir a quienes consideran que se hicieron a si mismos).
- Por definición, cualquier intervención social es aquella que considera a la persona y el entorno en el que se produce su malestar, sus dificultades, su exclusión. No se puede pensar que todo se reduce al seguimiento individual cuando de los que se trata es de hacer acompañamiento en clave comunitaria.
- Aunque parece obvio, muchos profesionales acaban olvidando que trabajan en sociedades injustas y que sólo consiguiendo algunas dosis mínimas de igualdad cobra sentido nuestro trabajo. Cuando yo era muy joven se decía a los pobres que este era un “valles de lágrimas”, pero que en el cielo, que era el reino de los pobres, ya disfrutaríamos. No hay trabajo social sin conciencia política crítica.
- Cuando el movimiento indignado reclama radicalidad democrática nos remite también a prácticas profesionales participativas. Podemos aprovechar para recordar que el otro al que atendemos es una persona con derechos. Especialmente con dos: el de participar activamente en el proceso de ayuda y cambio; el de decidir autónomamente sobre su vida.
(publicado en EDUCACIÓN SOCIAL septiembre 2011)
cosme
Publicado el 10:59h, 25 agostHola Jaume, muy interesante el artículo, particularmente me interesa el último punto: participar activamente en el proceso de cambio y decidir.
Te dejo a continuación un enlace a un breve comentario sobre reducción de riesgos encabezado por una frase que quizás te resulte familiar. Con tu permiso.
http://www.barriosaltos.net/Barrio/Noticias-del-Barrio/el-reconocimiento-del-sujeto-en-su-opcion-de-decidir-la-reduccion-de-riesgos-asociados-al-consumo-d.html
Un cordial saludo,
Cosme
Pepa
Publicado el 14:05h, 10 setembreOla tu articulo da sentido a mi trabajo, los proximos 4 meses, antes venia haciendo esto que dices, y finalmente despiden al mal llamado “equipo municipal de inclusión”, digo mal llamado por que somos tres, menos mal que una es educadora social, ella me ha hecho llegar tus reflexiones, solo puedo sumarme y animarme a seguir con la última fase de la campaña “sin trabajo sin dinero con derechos con dignidad”. Si lo deseas visita el blog. boavidacasaazul.blogspot.com, ellos escriben, trabajan en su derechos y han recuperado dignidad, puedo ir buscando un nuevo trabajo satisfecha de haber hecho bien este, y orgullosa de formar parte de un equipo que sabe lo que es la intervención social.
EducaBlog, Blog sobre Educación Social » Educación Social vs Control Social (I)
Publicado el 10:30h, 30 gener[…] pregunta en nuestro tejado: “¿son los profesionales de la intervención socioeducativa simples proveedores de argumentos para la resignación?”. AKPC_IDS += […]
Educación Social vs Control Social (I) « Redasociativa RAS
Publicado el 11:21h, 30 gener[…] Como acertadamente también nos sugiere Jaume Fúnes, quedaría entonces la siguiente pregunta en nuestro tejado: “¿son los profesionales de la intervención socioeducativa simples proveedores de argumentos para la resignación?”. […]
EducaBlog, Blog sobre Educación Social » Escalando la Pared Educativa
Publicado el 17:53h, 03 febrer[…] En este caso, como profesionales quizá sea más importante la propia búsqueda de lo educativo. Las inseguridades, la autoridad entendida como el respeto sin negociación, nos aleja de la educación. Este tipo de actitudes nos separa de nuestra función como Educadores y nos acerca a funciones de control a las que se refería Asier en su post o el propio Jaume Funes en un interesante artículo que leí meses atrás, “proveedores de argumentos para la resignación”. […]
Escalando la Pared Educativa « Redasociativa RAS
Publicado el 21:52h, 03 febrer[…] En este caso, como profesionales quizá sea más importante la propia búsqueda de lo educativo. Las inseguridades, la autoridad entendida como el respeto sin negociación, nos aleja de la educación. Este tipo de actitudes nos separa de nuestra función como Educadores y nos acerca a funciones de control a las que se refería Asier en su post o el propio Jaume Funes en un interesante artículo que leí meses atrás, “proveedores de argumentos para la resignación”. […]
El negociador E.S. « Redasociativa RAS
Publicado el 15:25h, 18 febrer[…] hará unos meses leí en un artículo de Jaume Funes, debemos tener cuidado con convertirnos en “proveedores de argumentos para la […]
El negociador E.S. | EducaBlog, Blog sobre Educación Social
Publicado el 07:03h, 14 març[…] hará unos meses leí en un artículo de Jaume Funes, debemos tener cuidado con convertirnos en “proveedores de argumentos para la […]
La historia del Treball Social i un “mea culpa” | Controvèrsies d'en Jaume
Publicado el 16:48h, 22 novembre[…] Els pobres d’abans podíem anar al cel. Els d’ara no. És clau no convertir-se en proveïdors d’arguments per a la resignació, aprendre a dinamitzar les […]