09 març Construir la propia responsabilidad requiere poder equivocarse, poder probar, poder dudar
Penalizar el error coarta la búsqueda y la empobrece. Y es muy habitual que no les permitamos probar casi nada. Hace años, cuando un niño salía de la escuela con la ropa sucia, algunos moratones, quizá un mordisco, se asumía eso como parte del aprendizaje, de la confrontación útil. Hoy, eso termina en los juzgados. Pero el niño necesita aprender de esa experi- mentación vital, y si no les damos oportunidades para descubrir, estamos limitando mucho las posibilidades de construir la propia responsabilidad.
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